Notas para la historia de la iglesia Evangélica Unida de Santa Isabel
Esta narración describe no solo el trabajo misionero en los barrios sino todo lo relacionado con el paisaje y la vida diaria del santaisabelino en el 1921.
Aquí está la segunda parte de la narración de la visita a Santa Isabel del Reverendo J. O. Atkinson, D. D.y el pastor- misionero norteamericano Barret el martes 27 de septiembre de 1921. Esta nota narra el trabajo de la iglesia cristiana (ahora iglesia evangélica) en el pueblo y sus barrios. Fue publicada como la parte XIII de su diario en el periódico de esa denominación en Ohio. Una copia de este periódico existe en la Biblioteca de Harvard.
Paso Seco
En Paso Seco, los cristianos tenemos una pequeña sala con seis bancos y un escritorio que el Rev. T. E. White hizo cuando estaba en este campo misionero. White predicó aquí doce o quince años atrás, y aún la gente lo honran y aman No tenemos una iglesia organizada ni miembros aquí, pero hemos visto que con el esfuerzo apropiado podríamos tenerlos. No ha habido muchas conversiones al cristianismo en este barrio, pero hay mucho interés.
La belleza desde Peñuelas
En Peñuelas me interesó más el paisaje que las casas, la gente o los sitios. Estuvimos frente a una típica escena tropical de Porto Rico. Me paré en la represa de un gran embalse. El agua estaba brotando como loca, formando espuma y se apresuraba a moverse a través de canales para irrigar los campos de caña vecinos. No muy lejos, al este, las aterciopeladas montañas alfombradas traspasaban las nubes; hacia el sur, fluían por las verdes aguas del irritable Mar Caribe; al oeste, se extendían interminables millas verdes de ondulantes campos de caña; y hacia el norte, estaba un amplio huerto de cocos y palma reales.
He visto hoy el árbol con barbas. Barbas es el termino en el lenguaje español para “beard”, y este árbol está a la altura de su nombre. Realmente tiene varias barbas colgando con gracia colgando más o menos seis pies hacia abajo y en grupos grandes. Creo que la barba de Aarón no era más grande, o más real que esta. La única diferencia es que este árbol es verde y tiene una barba amarilla, mientras me imagino que Aaron era muy maduro y tenía una barba gris. Hoy vi y examiné más de cerca el extravagante árbol de flamboyan cuyo nombre realmente significa «una llamarada de fuego», y es sin duda rojo y brillante como su nombre lo indica. Cada flamboyan florido tiene cinco pétalos de flor u hojas, de unos tres cuartos de pulgada de ancho. Cuatro de estos pétalos son de color rojo brillante, pero uno de los cinco es amarillo y blanco. De hecho, es variado, hermoso e indescriptible.
Jauca
En Hauca, se pronuncia «Jawka,» tenemos servicios de predicación en un salón alquilado, con cinco bancos, donde caben siete personas por banca. La sala es de diez por doce metros. El barrio tiene cien o más personas y está a dos millas de Santa Isabel.
De nuevo en el pueblo
Hemos tenido la cena esta noche con el Rev. Aquino Ojeda, nuestro líder local y ahora pastor residente en Santa Isabel. Él nos dio arroz con pollo, Roast beef, tortas fritas dulces, jalea de guayaba, y una cordial bienvenida a su casa. A las siete y treinta tuvimos los servicios en la capilla. El pueblo entero, incluyendo el alcalde, los concejales de la ciudad (si tienen alguno) la policía, sus esposas, hijos y parentela, todos estaban allí. Minton les habló sobre cuánto deseaba verlos con una nueva iglesia y la forma en que estaba trabajando duro para conseguir a la gente para construirla. Él también invocó su ayuda, e instó a la cooperación en el proyecto. Barrett interpretó lo que decíamos. Intenté dar algunas observaciones, pero el resultado fue pobre. Martin se sintió como en casa y habló en la jerga de los locales y todos escuchaban. Fue una reunión muy buena. Hay hombres y mujeres de promesa e inteligencia en Santa Isabel, y tenemos que construir aquí un templo. Cuanto antes, mejor.
Los carreterros
Después de los servicios comenzamos el glorioso camino rumbo a Ponce a través de una noche de verano a la luz de la luna y millones de mosquitos. A lo largo de la carretera vimos a los carreteros acampando. La forma en que estos acampan es deteniendo su carretón de bueyes en medio de la carretera, sacan los bueyes del carretón y los ponen a pastar. Luego, se acuestan en la parte superior del carretón o debajo de éste y se ponen a dormir oyendo la más o menos melodiosa tonada de hambrientos mosquitos que los inoculan con la malaria y los gérmenes de la fiebre.